Ingredientes:
*Para la masa:
- 270-300 gr. harina de fuerza
- 15 gr. levadura fresca de panadería
- 40 gr. mantequilla sin sal
- 40 gr. azúcar glas
- 125 ml. leche entera
- 1 yema huevo
- Ralladura de limón
- Pizca de sal
*Para el relleno:
- 60 gr. mantequilla sin sal
- 40 gr. azúcar moreno
- 3 cucharaditas canela en polvo
- Pasas de Corinto
- Nueces troceadas
- Cubitos de almendra
- Nutella
*Para la glasa:
- 100 gr. azúcar glas
- 1 clara de huevo "L"
- 3-4 gotas zumo de limón
Elaboración:
En un bol, agregamos la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar
glas y la sal.
Con unas varillas metálicas batiremos hasta integrar el azúcar.
Seguidamente, incorporamos la yema de huevo y la ralladura de limón, y
mezclaremos nuevamente.
Por otro lado, calentamos ligeramente la leche en el
microondas y diluimos la levadura.
Vertemos en el bol y agregamos la mitad de
la harina.
Vamos batiendo hasta que la masa comience a adquirir consistencia.
Continuamos
añadiendo el resto de la harina, poco a poco.
Pasamos la masa a la encimera, y
amasaremos hasta que obtengamos una masa homogénea y no se nos quede pegada en
las manos.
Le damos forma de bola y la depositamos en un bol.
Cubrimos con
papel film, y dejaremos fermentar un par de horas hasta que la masa doble su
volumen.
Mientras tanto, haremos el relleno.
En un bol dispondremos la mantequilla a temperatura ambiente, el
azúcar moreno y la canela en polvo.
Con unas varillas, batiremos hasta
conformar una especie de pasta.
Reservamos.
Pasado el tiempo de fermentación, la masa ha levado considerablemente como vemos en la imagen.
La depositamos la masa sobre la
encimera con un poquito de harina, y con la ayuda de un rodillo de cocina la
estiraremos hasta formar un rectángulo de unos 40x50 cm. aproximadamente.
Extendemos el relleno por toda su superficie y le incorporamos unas nueces
troceadas, pasas y cubitos de almendra.
En mi caso, además, le añadí en una
parte un poco de Nutella.
A continuación, enrollamos la masa de abajo hacia
arriba (desde la parte más larga), hasta formar un rollo alargado.
Con un
cuchillo cortamos de forma longitudinal dejando unos 4 dedos al final de un
extremo sin cortar.
Haremos una trenza poniendo la parte cortada mirando
hacia nosotros.
Os debe quedar tal que así.
Por último, uniremos las dos partes y formaremos una rosca.
Precalentamos el horno a 180º.
Depositamos el Kringle sobre una bandeja de horno forrada con papel
sulfurizado, y hornearemos en la parte media durante 25-30 minutos.
Mientras se hornea, preparemos la glasa.
En un bol batiremos la clara de huevo con una pizca de sal y unas
gotas de zumo de limón.
Una vez que empiece a coger cuerpo, incorporaremos el
azúcar glas en varias tandas, batiendo y agregando el azúcar restante hasta
conseguir una textura consistente pero fluida como podéis ver en la imagen.
Cuando esté horneado el Kringle, lo pasaremos a una rejilla y lo decoraremos
con la glasa dejándola caer en forma de hilo.
Cuando hagáis la masa, no incorporéis toda la harina de golpe, id poco
a poco hasta que consigáis la textura adecuada y todos los ingredientes se
hayan homogeneizado.
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