Ingredientes:
- 4 huevos “L”
- 200 gr. harina de repostería
- 70 gr. copos de avena
- 80 gr. azúcar moreno
- 80 gr. azúcar blanco
- 160 ml. aceite de girasol
- 1 cucharada levadura Royal
- Ralladura de limón
- 1 cucharadita canela en polvo
- 1 cucharada esencia de vainilla
- 1 chorrito brandy
- Nueces picadas
- Pipas de calabaza
- Pasas de Corinto
- Pipas peladas
Elaboración:
En un recipiente, “emborrizamos” los frutos secos y las pasas con
harina. He echado un puñadito de cada. Con ello, conseguiremos que al hornear no se nos bajen todos al fondo
del molde.
Separamos las claras de las yemas.
En un bol, montamos las claras con una pizquita de sal. Cuando vayan
cogiendo cuerpo, añadiremos el azúcar blanco; batiremos hasta formar un
merengue.
En otro bol, agregamos las yemas, el yogur, la esencia de vainilla, la
canela en polvo, el chorrito de brandy y el azúcar moreno. Con la ayuda de unas
varillas metálicas, mezclaremos bien. Vertemos ahora el aceite de girasol en
forma de hilo, a la vez que continuamos batiendo.
A continuación, pasamos las claras montadas al bol de las yemas. Echamos
la ralladura de limón, y con una espátula de goma, realizaremos movimientos
envolventes hasta homogeneizar la mezcla.
Precalentamos el horno a 180º.
Incorporamos ahora la harina y la levadura que habíamos tamizado, y
los copos de avena. Mediante movimientos envolventes, integraremos nuevamente.
Por último, añadiremos los frutos secos que teníamos “emborrizados” en harina. Volvemos a ayudarnos de la espátula para integrar los frutos secos, y pasaremos la mezcla sobre un molde rectangular, previamente enmantequillado y enharinado.
Por último, añadiremos los frutos secos que teníamos “emborrizados” en harina. Volvemos a ayudarnos de la espátula para integrar los frutos secos, y pasaremos la mezcla sobre un molde rectangular, previamente enmantequillado y enharinado.
Echamos unas pipas de calabaza por encima, e introducimos el molde en
el horno. Hornearemos en torno a 50 minutos. Cuando lleve unos 15-20 minutos de
horneado, haremos un corte por el centro y a lo largo de la superficie del
bizcocho para conseguir que la masa se levante y crezca por el centro.
Como ya os he avanzado en otras entradas, para comprobar que el
bizcocho está hecho, nos valdremos de un palillo alargado de brocheta y
pincharemos el bizcocho. Si sale limpio, querrá decir que está en su punto; si
por el contrario sale manchado, tendremos que dejarlo unos minutitos más en el
horno.
Llegado ese momento, sacaremos y dejaremos enfriar el molde sobre una
rejilla.
Desmoldamos, y espolvoreamos un poquito de azúcar glas por la superficie del bizcocho.
Desmoldamos, y espolvoreamos un poquito de azúcar glas por la superficie del bizcocho.
Acompañamos éste bizcocho con un buen chocolate caliente, y ya tenemos preparada una nueva merienda.
Espero que os guste =)
Nota:
Si
vemos que la superficie del bizcocho adquiere un color doradito en demasía, la cubriremos
con papel de aluminio para evitar que se “torre” todavía más.
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