- 1 cabeza de ajo negro
- 250 ml. nata de cocinar
- 250 ml. caldo de ave
- 4 bolsitas tinta de
calamar/sepia
- 150 gr. foie
- 2 hojas gelatina neutra (3,33 gr.)
- Sal
- Pimienta
*Para el crumble:
- 100 gr. harina de trigo
- 50 gr. harina de almendras
- 100 gr. mantequilla sin sal
- 100 gr. azúcar moreno
*Para decorar:
- Brotes: Rúcula, acelga roja, canónigos
- Cebollino
- Aceite de oliva
Elaboración:
En primer lugar, en un recipiente hondo con abundante agua fría y cubitos
de hielo, pondremos a hidratar las hojas de gelatina.
Cortamos el foie en trozos y lo añadimos en un cazo con el caldo de ave.
Dejaremos a fuego lento durante 6-8 minutos, para que el foie suelte la grasa y
espese el caldo. Una vez haya espesado y el caldo haya adquirido el sabor del
foie, colaremos en un bol grande y quitaremos los trozos de foie.
A continuación pelamos los ajos negros.
Añadimos los ajos, la nata y las bolsitas de tinta de
calamar/sepia al caldo de foie. Con la túrmix trituraremos bien hasta conseguir una crema negra.
Sacamos las hojas de gelatina que habíamos puesto a hidratar, y la añadimos
a la crema caliente. Con unas varillas, removemos bien hasta que la gelatina se
haya disuelto.
Servimos la crema en diferentes platos, y los introduciremos en la nevera. Dejaremos
reposar hasta que la crema haya cuajado; en un par de horas estará listo.
Vamos con el “crumble”:
Precalentamos el horno a 180º.
En un bol, incorporamos la harina de trigo, la harina de almendras, la
mantequilla en pomada y el azúcar
moreno. Integramos bien con la mano hasta que nos quede una masa terrosa.
Extendemos la masa en una fuente
refractaria adecuada para horno, y hornearemos durante 25 minutos
aproximadamente, hasta que quede doradito y crujiente.
Sacamos la crema de la nevera;
servimos con el crumble por encima, junto con los brotes, un poquito de cebollino picado, una
pizca de sal, otra de pimienta y unas gotitas de aceite de oliva.
Bon appétit!
Nota:
Si no encontráis cabezas de ajo negro en el mercado, también podéis usar ajo negro en conserva.
Su sabor, nada tiene que ver con el ajo normal. El ajo negro tiene un aroma a regaliz que potenciará cada uno de los platos que elaboréis.
Bon appétit!
Nota:
Si no encontráis cabezas de ajo negro en el mercado, también podéis usar ajo negro en conserva.
Su sabor, nada tiene que ver con el ajo normal. El ajo negro tiene un aroma a regaliz que potenciará cada uno de los platos que elaboréis.
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