Ingredientes:
*Para la pasta brisa ("Pâte Brisée"):
- 210 gr. harina de fuerza
- 80 gr. harina de maíz
- 170 gr. mantequilla sin sal
- 15 gr. azúcar moreno
- 1 huevo “L”
- 1 yema huevo
- Un chorrito de agua
- Pizca de sal
*Para el relleno de calabaza y boniato:
- 450 gr. calabaza
- 150 gr. boniato
- 200 gr. queso Philadelphia
- 100 gr. azúcar moreno
- 500 ml. agua
- 1 huevo “L”
- 2 yemas de huevo
- 1 cucharada esencia de vainilla
- ½ cucharadita canela en polvo
- ½ cucharadita nuez moscada
- Pizca de jengibre fresco
*Para la nata montada:
- 120 ml. nata para montar
- 60 gr. queso Philadelphia
- ½ cucharada miel
- 1 vaina de vainilla
Elaboración:
Comenzaremos preparando la pasta brisa (“Pâte Brisée).
En un bol dispondremos las harinas (previamente tamizadas), el azúcar
moreno y la sal.
Removemos con unas varillas metálicas y añadimos la
mantequilla fría cortada en daditos.
Amasaremos hasta que nos quede una masa terrosa-arenosa.
A continuación, incorporaremos el huevo, la yema y un chorrito de agua
fría.
Amasaremos nuevamente hasta homogeneizar.
Es aconsejable no trabajar demasiado ésta masa y procurar que no se
caliente, ya que nos podría quedar blanda y sin consistencia.
Envolvemos la masa en papel film, y la introduciremos en la nevera un par de horas hasta que enfríe y adquiera
consistencia.
Pasado el tiempo, echamos otro poquito de harina sobre la encimera;
sacamos la masa y la dividimos en tres trozos.
Los superponemos uno encima de
otro y volveremos a trabajar y a estirar la masa formando
una bola. La dejamos reposar unos minutos y con la ayuda del rodillo la extenderemos dándole forma de rectángulo. La forramos otra vez con papel film e introduciremos en
la nevera durante toda la noche hasta que quede compacta y firme.
Al día siguiente, amasaremos la masa ligeramente, y sobre la encimera
con un poquito de harina y el rodillo la extenderemos, rotándola a medida que
le pasemos el rodillo por cada lado. No trabajéis mucho la masa, ya que se
podría agrietar.
Formaremos un círculo que sobrepase el diámetro del molde. En esta ocasión, he utilizado un molde metálico circular y sin estrías de 23 cm. Doblaremos la masa dos veces hasta que nos quede un triángulo y la depositaremos sobre el molde previamente engrasado con un poquito de mantequilla.
Con la yema de los dedos la amoldaremos bien dejando los bordes un poco más gruesos. Pinchamos la superficie con un tenedor varias veces y la meteremos en la nevera durante una hora para que mantenga su firmeza antes de hornear.
Formaremos un círculo que sobrepase el diámetro del molde. En esta ocasión, he utilizado un molde metálico circular y sin estrías de 23 cm. Doblaremos la masa dos veces hasta que nos quede un triángulo y la depositaremos sobre el molde previamente engrasado con un poquito de mantequilla.
Con la yema de los dedos la amoldaremos bien dejando los bordes un poco más gruesos. Pinchamos la superficie con un tenedor varias veces y la meteremos en la nevera durante una hora para que mantenga su firmeza antes de hornear.
Con la masa que nos ha sobrado, la extenderemos con el rodillo dándole
un grosor de unos 3 mm, y prepararemos unas flores de otoño para decorar la
tarta. Las pasamos a una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado;
batimos una yema de huevo y pintamos las hojas. Con un palillo de brocheta les
haremos los contornos. Precalentamos el horno a 200º y hornearemos unos 10-15
minutos o hasta que veamos que se doren.
Sacamos y reservamos.
Bajaremos la temperatura del horno a 180º.
Sacamos el molde con la masa de la nevera, depositaremos sobre ella
papel de aluminio y cubriremos con alubias/garbanzos…para evitar que no se
formen pompas y la masa no suba durante el horneado.
Introducimos en el horno y hornearemos unos 25 minutos en una primera
tanda.
Pelamos el trozo de calabaza, le quitamos las pipas y la pulpa.
Hacemos primeramente rectángulos alargados, y posteriormente la troceamos en
dados. Pelamos el boniato y el jengibre fresco y los troceamos igualmente en
daditos.
En una sartén con un chorrito de aceite de oliva, saltearemos los
trozos de calabaza, boniato y jengibre con una pizca de sal unos minutos.
A continuación, añadiremos el azúcar moreno, el zumo de naranja, el agua y la vaina de vainilla abierta por la mitad. Dejaremos cocinar a fuego medio-alto (6-7 de mi vitro) o hasta que veamos que esté ligeramente caramelizado.
A continuación, añadiremos el azúcar moreno, el zumo de naranja, el agua y la vaina de vainilla abierta por la mitad. Dejaremos cocinar a fuego medio-alto (6-7 de mi vitro) o hasta que veamos que esté ligeramente caramelizado.
Pasaremos a un vaso batidor, retiramos la vaina de vainilla y
dejaremos atemperar antes de continuar.
Cuando hayan pasado los primeros 25 minutos de horneado del hojaldre, lo
sacaremos, y con cuidado de no quemarnos, le quitaremos el papel de aluminio
con las legumbres y verteremos el relleno de calabaza y boniato. Subimos el
horno a 200º, y hornearemos alrededor de 25-30 minutos más.
Dejaremos enfriar, e introduciremos en la nevera.
Mientras se enfría, prepararemos la nata montada.
En un bol, comenzamos a batir la nata. Cuando empiece a adquirir
cuerpo, añadiremos la miel, el queso Philadelphia y las semillas de la vaina de
vainilla. Batiremos hasta que en la nata comiencen a aparecer surcos y ésta
quede dura.
Y a merendar!
Como veis, requiere de muchas elaboraciones, por lo que os recomiendo que
la hagáis con paciencia :)
Como siempre os digo, lo que importa es el resultado.
Espero que os guste!
Nota:
Para que la nata monte bien, es necesario que ésta esté bien fría.
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