Ingredientes:
- 400-450 gr. harina de repostería
- 125 gr. mantequilla sin sal
- 125 gr. azúcar moreno
- 150 gr. miel
- 1 huevo “L”
- 1 cucharadita cacao “sin azúcar”
- 1 cucharadita bicarbonato sódico
- 1 cucharadita jengibre en polvo
- 1 cucharadita canela en polvo
- Ralladura de limón
- Pizca nuez moscada
- Pizca de sal
*Para la glasa:
- 100 gr. azúcar glas
- 1 clara de huevo "L"
- Gotas zumo de limón
- Colorante alimentario
Elaboración:
En primer lugar, en un bol dispondremos la harina, el
bicarbonato sódico, el jengibre en polvo, la canela en polvo, el cacao, rallaremos
una pizca de nuez moscada y añadiremos otra pizca de sal.
Removemos bien con
unas varillas y reservamos.
En otro bol, tendremos la mantequilla a temperatura
ambiente; agregamos el azúcar moreno y batiremos hasta obtener una especie de
crema.
A continuación, echaremos el huevo, mezclaremos nuevamente y acto
seguido añadiremos la miel y la ralladura de limón.
Volveremos a batir hasta
homogeneizar.
Con la ayuda de un colador, tamizaremos la mitad de la mezcla de
harina y especias sobre el bol.
Batiremos de nuevo.
Cuando veamos que empieza
a costar trabajar la masa, la pasaremos a la encimera y añadiremos poco a poco
el resto de la harina.
Amasaremos hasta obtener una masa firme y homogénea, que
no se nos quede pegada a las manos.
Formamos una bola, la envolvemos en papel
film y la introducimos en la nevera una media hora para que repose y se mezclen
los sabores.
Pasado el tiempo, le quitamos el papel film y depositamos la bola
entre dos hojas de papel sulfurizado.
Con un rodillo de cocina la iremos
extendiendo poco a poco hasta hacer un rectángulo, dejando un grosor de unos 6 mm. Volvemos a meter en la nevera, y dejaremos
reposar durante toda la noche para que adquiera consistencia.
Al día siguiente, con cortapastas le iremos dando
forma a las galletas.
En mi caso, disponía de uno con la forma de “The Gingerbread Man” o muñeco de jengibre, otro con el perfil de muñeco de nieve, otro con la figura de copo de nieve... podéis utilizar los que más os gusten.
Pasamos las galletas a una bandeja forrada con papel
sulfurizado, y las volvemos a meter en la nevera para que vuelvan a coger
consistencia antes de hornearlas.
En mi caso, disponía de uno con la forma de “The Gingerbread Man” o muñeco de jengibre, otro con el perfil de muñeco de nieve, otro con la figura de copo de nieve... podéis utilizar los que más os gusten.
Precalentamos el horno a 180º
Sacamos la bandeja de la nevera y la introducimos en
el horno durante unos 10-12 minutos.
He querido utilizar la glasa para decorarlas como el
muñeco de jengibre de la película de Shrek, por lo que podéis omitir éste paso.
Mientras se van haciendo las galletas, prepararemos pues la glasa.
En un bol batiremos la clara de huevo con una pizca de sal y
unas gotas de zumo de limón. Una vez que empiece a adquirir cuerpo,
incorporaremos el azúcar glas en varias tandas, batiendo y agregando el azúcar
restante hasta conseguir una textura consistente pero fluida como podéis ver en
la imagen.
Dividimos la glasa en varios cuencos, le añadimos unas gotas
de colorante alimentario y mezclamos con unas varillas hasta que el color se
haya integrado. Si vemos que la glasa queda bastante espesa, agregad un par de
gotitas de agua por cuenco para aligerarla. Pasamos cada glasa a distintas
mangas pasteleras con boquilla fina y reservamos.
Una vez horneadas las galletas, éstas estarán blandas, por lo
que, con sumo cuidado, las pasaremos a una rejilla y las dejaremos enfriar
completamente antes de decorarlas con la glasa.
Cuando estén frías, quedarán
crujientes y ya las podremos decorar a nuestro gusto.
Dejaremos secar la glasa unos 30 minutos, y ya las
podremos degustar ;)
Nota:
En lugar de glasa, podemos decorarlas con chocolate
fundido, azúcar glas o canela en polvo.
Incorporad la mezcla de harina y especias poco a poco;
no se la agregué por completo, ya que la masa ya había admitido la necesaria
para que no se quedara pegada a las manos.
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