*Para la pasta brisa (“Pâte Brisée”):
- 250 gr.
harina de fuerza
- 20 gr. azúcar
- 4 gr. sal
- 125 gr.
mantequilla sin sal
- 50 ml. leche
entera
- 1 yema de
huevo
- 1 vaina
vainilla
- Ralladura de
limón
*Para la crema
de limón:
- 150 ml. zumo
de limón (7 limones)
- 200 gr.
azúcar
- 4,2 gr. gelatina
neutra (2 hojas y media)
- 200 gr.
mantequilla sin sal
*Para el merengue italiano:
- 90 gr. claras
de huevo
- 150 gr.
azúcar
- 50 ml. agua
- 1 vaina
vainilla
- Pizca de sal
Elaboración:
Comenzaremos preparando
la pasta brisa o “Pâte Brisée”.
En un bol
dispondremos la harina, el azúcar y la sal. Removeremos y añadiremos la
mantequilla cortada en daditos.
Amasaremos hasta que nos quede una masa
terrosa.
A diferencia de
la masa quebrada dulce (“Pâte Sucrée”), para elaborar ésta pasta brisa, la
mantequilla deberá de estar fría.
A continuación,
incorporaremos la ralladura de limón, la yema, la leche entera y las semillas
de la vaina de vainilla.
Amasaremos bien
hasta homogeneizar.
Es aconsejable no trabajar en demasía ésta masa y procurar
que no se caliente, ya que nos podría quedar demasiado blanda y sin
consistencia.
Pasaremos la
masa a la encimera, y con un poquito de harina espolvoreada en ella, la
extenderemos con la ayuda de un rodillo y haremos un rectángulo.
La meteremos
en una bolsa de film transparente, e introduciremos en la nevera durante toda la noche hasta
que enfríe y adquiera consistencia.
Al día
siguiente la sacaremos y sobre la encimera con otro poquito de harina la
volveremos a estirar con la ayuda de un rodillo hasta que sobrepase el diámetro
del molde. En ésta ocasión, he utilizado un molde de tartaleta de 28 cm. Doblaremos la masa dos veces hasta que nos quede un triángulo y la depositaremos sobre
el molde previamente engrasado con un poquito de mantequilla. Con la yema de los dedos la amoldaremos bien
tanto por la base como por la parte rizada y quitaremos el sobrante pasando ligeramente el rodillo por encima.
La pincharemos
con un tenedor varias veces y la meteremos en la nevera una media hora para que
mantenga su firmeza antes de hornear.
Precalentamos
el horno a 180º.
La sacaremos, depositaremos
sobre ella papel de aluminio y cubriremos con alubias/garbanzos… para evitar que
la masa no suba por la base durante el horneado.
Hornearemos en primera instancia unos 25 minutos. Pasado el tiempo, con cuidado de no quemarnos, retiraremos
el papel de aluminio con las alubias, y volveremos a hornear durante otros 20
minutos más. Dejaremos enfriar antes de desmoldar.
Mientras se hornea
la pasta brisa, prepararemos la crema de limón.
En un recipiente hondo pondremos en
remojo las hojas de gelatina en agua fría durante unos minutos.
Lavaremos los limones, los rallaremos y
exprimiremos el jugo. En un cazo pondremos a hervir el zumo de limón, la
ralladura de limón, el azúcar a fuego medio (5-6 de mi vitro). Removeremos con
unas varillas metálicas y añadiremos los huevos; batiremos enérgicamente hasta
que la mezcla comience a espesar.
Apagaremos el fuego e incorporaremos la
gelatina escurrida. Mezclaremos bien y dejaremos que la crema de limón se
enfríe durante unos 8 minutos (si disponéis de un termómetro de cocina y
queréis ser más precisos, dejar enfriar hasta que alcance los 60º).
En ese
momento, agregaremos la mantequilla fría troceada en daditos.
Con la túrmix,
emulsionaremos la mantequilla hasta obtener una crema fina.
Pasaremos la crema
de limón a la masa brisa horneada, extenderemos con la espátula e introduciremos
en la nevera hasta que quede completamente firme.
Vamos con el merengue italiano.
En un bol montaremos las claras con una
pizquita de sal. Batiremos hasta que alcancen el punto de nieve.
En un cazo pequeño, llevaremos a ebullición
el azúcar y el agua. Taparemos y dejaremos a fuego medio-alto alrededor de
unos 5 minutos hasta que el almíbar alcance los 120º. Una vez alcance la
temperatura, pasaremos el almíbar dejándolo caer en forma de hilo al bol de las
claras montadas; incorporaremos las semillas de la vaina de vainilla y continuaremos
batiendo hasta que el almíbar pierda temperatura y conformemos un merengue
firme y rígido.
Lo pasamos a una manga pastelera y decoraremos la tarta haciendo
pequeños “copetitos”.
Por último, y justo antes de servir, le
pasaremos el soplete por encima de cada uno de los “copetitos” de merengue
hasta conseguir el color doradito de éste suculento manjar francés.
Como en otras recetas, tendremos que
invertir bastante tiempo en su elaboración, pero como siempre digo, lo
importante es el resultado.
Si queréis sorprender a vuestros comensales, ésta tarta no les defraudará =)
Si queréis sorprender a vuestros comensales, ésta tarta no les defraudará =)
Espero que os guste!
Nota:
Yo tengo otro
molde pequeño de 23 cm, por lo que si disponéis de uno más pequeño, podéis
dividir tanto la masa como la crema en dos partes, y hacer dos tartas con éstas
medidas.
Si no contáis con soplete de cocina, podéis darle ese toque doradito al merengue introduciendo la tarta en el horno y horneando a 220º durante unos 8 minutos.
Si no contáis con soplete de cocina, podéis darle ese toque doradito al merengue introduciendo la tarta en el horno y horneando a 220º durante unos 8 minutos.
0 comentarios:
Publicar un comentario