- 500 gr. harina de fuerza
- 3 huevos "L"
- 100 ml. leche entera
- 100 ml. leche entera
- 40 gr. levadura fresca de panadería
-
150 gr. azúcar
- 100 ml. mantequilla sin sal
-
Ralladura 3 naranjas
- 1 cucharada miel
- Pizca de sal
- 1 cucharada miel
- Pizca de sal
- 2 cucharadas esencia de vainilla
- Huevo batido
*Para
decorar:
- Chocolate blanco
-
Chocolate negro
-
Huevos de chocolate
Elaboración:
En primer lugar, en un bol echamos la harina (previamente tamizada) y una pizca de sal.
En otro bol aparte, batimos los huevos
con el azúcar, la ralladura de naranja y la esencia de vainilla.
Disolvemos la levadura en leche tibia, y la incorporaremos al bol anterior, junto con la mantequilla (en "pomada") y la miel.
Mezclaremos bien el conjunto, y poco a poco, iremos agregando la harina. Amasaremos hasta que la masa comience a despegarse del recipiente.
Disolvemos la levadura en leche tibia, y la incorporaremos al bol anterior, junto con la mantequilla (en "pomada") y la miel.
Mezclaremos bien el conjunto, y poco a poco, iremos agregando la harina. Amasaremos hasta que la masa comience a despegarse del recipiente.
Llegados a ese momento, la
sacaremos del recipiente, y la seguiremos trabajando en la encimera, espolvoreando un poquito de
harina sobre ella.
Nos debe de quedar una masa suave y elástica (tipo chicle), aunque hasta llegar a ella resultará muy pegajosa al trabajarla.
Por lo que tendremos que amasarla durante bastante tiempo, alrededor de unos 25-30 minutos.
Una vez conseguida, la depositamos en un bol de cristal previamente engrasado y la cubrimos con un paño. Dejaremos reposar un par de horas hasta que haya doblado su volumen.
Por lo que tendremos que amasarla durante bastante tiempo, alrededor de unos 25-30 minutos.
Una vez conseguida, la depositamos en un bol de cristal previamente engrasado y la cubrimos con un paño. Dejaremos reposar un par de horas hasta que haya doblado su volumen.
Transcurrido ese tiempo, la depositamos nuevamente en nuestra encimera. La volvemos a amasar un
poco para quitarle el aire que haya podido coger y le damos forma redonda a
la masa. Yo he hecho una grande, pero si queréis, podéis hacer
varias pequeñas.
Hacemos un agujero en el
medio y colocamos un huevo cocido. Con él encima, la masa no nos crecerá y tendremos hueco
para rellenarlo con las sorpresas que queramos.
Colocamos la mona en una
bandeja del horno cubierta con papel encerado. La tapamos con un paño y la dejamos levar nuevamente hasta que haya doblado su volumen.
Precalentamos el horno a 180º.
Pintamos la mona con
huevo batido, con mucho cuidado de no pincharla y que se nos venga abajo, y la introducimos en el horno a esa
temperatura durante 20 minutos aproximadamente. A mitad de cocción, si vemos que se dora demasiado, le pondremos papel de aluminio por encima y las dejaremos hasta que terminen de cocerse.
Pasados 15 minutos, cogeremos una aguja de punto o un palillo y pinchamos la mona. Si sale limpio, será
el momento de sacarla y dejarla atemperar.
Una vez fría, la
decoramos a nuestro gusto. Yo le he echado por encima tiras de chocolate
queriendo conseguir un efecto nido, y en medio un conejito cuidando los huevos.
Ya a vuestro gusto.
Con motivo del fin de la
Semana Santa, me decidí a hacer la típica “mona de pascua”, bizcocho muy típico
de las regiones del mediterráneo como Valencia y Barcelona en estas fechas.
Cada región cuenta con la suya propia utilizando sus ingredientes
tradicionales. Yo he hecho un “mix” de ellas, y este ha sido el
resultado.
Espero que os haya
gustado y os animéis a hacerla.
Nota:
Si veis que la masa se os queda muy pegada a las manos, agregad un poquito más de harina. La textura a conseguir debe ser ligeramente pegajosa y elástica, como la del roscón de reyes. Si disponéis de máquina de batir con garfios, os quedará mejor y la conseguiréis en menor tiempo.
La próxima vez que la
haga, voy a añadir otra variedad, y rellenarla con nutella. Así quedará más
jugosa al paladar. Ya os contaré ;) Así que no os perdáis detalle de mis
entradas.
Hasta la próxima!!
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