- 4 huevos “XL”
- 500 ml. leche entera
- 160 gr. azúcar
- Cáscara de limón/naranja
- 1 rama de canela
*Para el caramelo:
- 250 gr. azúcar
- 50 ml. agua
- Unas gotitas zumo de limón
*Para decorar:
- Crema chantilly
- Hojas hierbabuena
Elaboración:
Comenzamos preparando el caramelo.
Para ello, en un cazo o en una sartén antiadherente, echamos el
azúcar, un chorrito de agua y unas gotas de limón. Lo pondremos a fuego lento,
y subiremos gradualmente de temperatura para que el azúcar se vaya
caramelizando a su “amor”; si lo pusiéramos a fuego fuerte, corremos el riesgo
de que se nos queme.
Conforme se vaya haciendo, con una brocha mojada con agua, podemos ir
dándole a los bordes del cazo o sartén para que no se nos quede pegado el azúcar. El
punto exacto del caramelo, se conseguirá cuando comience a adquirir un tono
rubio-dorado (nunca negro, ya que significará que se nos ha quemado).
A continuación, pasamos a elaborar el flan.
Ponemos a infusionar en un cazo la leche, la rama de canela y la
cáscara de limón y de naranja a fuego medio-alto.
En otro bol, batimos los huevos con el azúcar ayudándonos de unas
varillas.
Una vez que la leche arranque a hervir, retiramos del fuego y
atemperamos unos segunditos antes de incorporarla al recipiente en el que
habíamos batido los huevos; evitaremos así que se nos cuajen antes de tiempo.
Colamos la leche para dejar a un lado las cáscaras de cítricos y la
rama de canela, y la vertemos al bol de los huevos en forma de hilo mezclando
con las varillas y sin parar de remover hasta que se haya integrado en su
totalidad.
Agregamos la mezcla en las flaneras, dejando como un dedo sin rellenar;
facilitaremos así su posterior desmoldado.
Seguidamente, procedemos a la cocción de los flanes.
Precalentamos el horno a 180º.
En una fuente de horno con agua, depositamos las flaneras y las
pondremos a cocer al “baño María” durante 40 minutos aproximadamente. Para
saber si está, podéis meter la punta de un cuchillo o un palillo, pero a
diferencia de un bizcocho, el palillo deberá de salir manchado un poquito, ya
que se terminará de cuajar en la nevera posteriormente. La textura adecuada debe
de ser temblorosa, como el “blandi-blub”.
Dejamos atemperar, y las metemos en la nevera durante toda la noche.
Al día siguiente, con un cuchillo, rasgamos los bordes de las flaneras
y le damos la vuelta sobre un plato. El flan caerá por su propio peso con el
caramelo líquido.
Acompañamos con una Crema Chantilly y decoramos con unas hojitas de
menta.
Para la Crema Chantilly (nata), os dejo el siguiente enlace en el que podéis ver como se hace:
Nota:
Con las gotitas de limón, obtendremos un caramelo más brillante y textura
líquida, evitando que se nos cristalice.
En lugar de la rama de canela y las cáscaras de cítricos, podéis
potenciar el sabor de la leche con una vaina de vainilla abierta y desgranada.
A la hora de hornear, también podéis hervir previamente en un cazo, el agua con el que llenaremos la fuente de horno dónde pondremos las flaneras, y en lugar de 40 minutos, los tendréis listos un ratito antes.
Si queréis que el flan os quede con un color más amarillo, podéis añadirle un par de yemas de huevo a la hora de batir.
A la hora de hornear, también podéis hervir previamente en un cazo, el agua con el que llenaremos la fuente de horno dónde pondremos las flaneras, y en lugar de 40 minutos, los tendréis listos un ratito antes.
Si queréis que el flan os quede con un color más amarillo, podéis añadirle un par de yemas de huevo a la hora de batir.
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