- 150 gr. harina de repostería
- 150 gr. harina de fuerza
- 150 gr. harina de fuerza
- 250 gr. chips/ gotas de chocolate
- 230 gr. mantequilla sin sal
- 2 huevos “L”
- 150 gr. azúcar moreno
- 150 gr. azúcar blanco
- 1 cucharadita bicarbonato sódico/ levadura Royal
- 150 gr. nueces troceadas
- 1 cucharada esencia de vainilla
- Pizca de sal
Elaboración:
En un bol, agregamos las harinas, el bicarbonato o levadura en polvo y
un pellizquito de sal. Mezclamos y reservamos.
En otro bol, incorporamos la mantequilla (debe de estar con textura de
“pomada”; así, será más fácil trabajar con ella), el azúcar moreno, el azúcar
blanco y la esencia de vainilla. Con la ayuda de unas varillas, batiremos bien hasta que quede una mezcla
cremosa.
A continuación, agregaremos los huevos, de uno en uno (hasta que no se
haya integrado uno, no echaremos el siguiente), y batiremos nuevamente.
Seguidamente, añadiremos al bol la mezcla de harina, bicarbonato y
sal, poco a poco y tamizándola con la ayuda de un colador. Mezclaremos con las
varillas hasta homogeneizar.
Finalmente, echaremos las chips de chocolate y las nueces troceadas.
Con una espátula de goma, realizaremos movimientos envolventes hasta que todas
queden bien integradas en la mezcla.
Precalentamos el horno a 180º.
Sobre la bandeja de horno previamente forrada con papel encerado,
echaremos la masa de las galletas por cucharadas. Los pegotitos que os
quedarán, no hará falta aplastarlos, puesto que durante el horneado se aplanarán y quedarán con la forma redonda de galleta. Tenía un poco de chocolate fondant, el cual aproveché para cortarlo en taquitos y echárselo por encima para que diera un toque más "cookie" =)
Dejaremos una separación suficiente entre las galletas, para que no se
peguen durante el horneado.
Introducimos en el horno, y hornearemos alrededor de 14 minutos a
180º, o hasta que veamos que los bordes comienzan a ponerse dorados. Como ya
sabéis, cada horno es un mundo, y en unos se hará antes que en otros.
Pasamos las galletas a una rejilla con cuidado de no quemarnos,
dejaremos hasta que se enfríen completamente.
Espero que os gusten, y las disfrutéis!
Una vez frías, ya las podremos degustar. Las que os sobren, las podéis
guardar en una caja de lata, y os durarán varias semanas.
Nota:
Si veis que la masa os queda muy líquida, podéis añadirle un par de
cucharadas más de harina para conseguir una mejor consistencia.
Si no disponéis de harina de panadería, las podéis hacer solamente con harina de repostería.
Para conseguir una mejor textura, una vez que hayamos hecho la masa, taparemos el bol con papel film, y lo introduciremos en la nevera durante toda la noche para que ésta se compacte bien. Al día siguiente lo sacaremos, y con la ayuda de una cuchara o un "sacabolas" de helado, haremos bolas y las depositaremos en la bandeja de horno forrada con papel encerado.
Si no disponéis de harina de panadería, las podéis hacer solamente con harina de repostería.
Para conseguir una mejor textura, una vez que hayamos hecho la masa, taparemos el bol con papel film, y lo introduciremos en la nevera durante toda la noche para que ésta se compacte bien. Al día siguiente lo sacaremos, y con la ayuda de una cuchara o un "sacabolas" de helado, haremos bolas y las depositaremos en la bandeja de horno forrada con papel encerado.
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