- 100 gr. queso curado (Emmental, Grana padano…)
- 4 cucharaditas pan rallado
- 2 hojas de papel encerado
- 2 hojas de papel encerado
- Semillas de sésamo (opcional)
Elaboración:
Sobre una bandeja de horno, depositamos una hoja de papel
encerado.
Hacemos 4 montoncitos con el queso; esparcimos un poco, y añadimos
una cucharadita de pan rallado en cada montoncito, dejando espacio
suficiente entre cada uno de ellos.
Colocamos encima otra lámina de papel de
horno; aplastamos un poco la zona de cada montoncito, y ubicamos encima otra
bandeja de horno que haga de peso para que no se levante el papel durante el
horneado.
Precalentamos el horno a 180º, y hornearemos alrededor
de 10 minutos.
Dejamos atemperar, y ya tendríamos listo el crujiente
de queso.
Si por el contrario, os gustaría conseguir una forma de
rulo, justo al sacarlo del horno, quitamos la bandeja que hacía de peso y la
primera lámina de papel de horno. Con mucho cuidado de no quemarnos, y con la
ayuda de un rodillo de cocina, colocamos bocabajo el otro papel con el crujiente
sobre el mismo, y lo aplastamos un poco “haciendo” la forma circular del
rodillo.
Éste paso, tenemos que hacerlo rápido, ya que el crujiente se nos
puede enfriar y quedar duro, por lo que sería imposible conseguir ésta forma
redondeada.
Lo dejamos así hasta que pierda temperatura; quitamos
el papel de horno del rodillo, sacamos los crujientes… et voilà!
Listo para decorar el plato que más deseemos ;)
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