Croquetas de pollo "La Mari"

Ingredientes (22 croquetas):

- Media pechuga grande (350 gr.)
- 1 cebolla pequeña (150 gr.)
- 2 dientes de ajo

*Para la bechamel:

- 750 ml. leche entera
- 100 gr. harina trigo + 1 cucharada 
- 100 gr. mantequilla sin sal
- 1 pastilla Avecrem
- 2 cucharadas perejil picado
- Sal
- Pimienta
- Nuez moscada

*Para el rebozado:

- Harina de rebozar
- Huevos
- Pan rallado

Elaboración:

Me gustaría inagurar éste apartado con la receta de croquetas de la madre de uno de mis mejores amigos.

Al final no he tenido que pasarme "in situ" para ver como las hace, ya que por suerte entre mis carpetas haciendo limpieza, encontré un papel escrito a mano con los ingredientes y una breve descripción. Como siempre me decía, el secreto de éstas croquetas está en la bechamel, la cual debe quedar suave y jugosa al paladar. Alcanzar el punto exacto es difícil, aunque creo que me he aproximado bastante al suyo. Me sobraron varias croquetas; se las llevaré un día y que me dé su veredicto ;) 

Vamos al lio!

Ponemos la pechuga a hervir en un cazo con agua, una pizca de sal y una rama de perejil durante unos 20 minutos. Pasado ese tiempo, la escurrimos, la desmigamos y reservamos.

En una sartén derretimos la mantequilla con una cucharada de aceite y comenzamos a pochar la cebolla picada. Sazonamos y echamos los ajos finamente troceados. Una vez pochada, incorporamos la harina y la cocinamos bien. Agregamos la leche poco a poco; cuando la harina haya absorbido la leche, continuamos agregando leche y removiendo con la ayuda de una cuchara de palo, hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. Ponemos a punto de sal y de pimienta. Habremos alcanzado el punto exacto de espesor del bechamel, cuando empiece a hervir. Es el momento de incorporar la pechuga desmigada, el perejil picado y la pastilla de Avecrem desmenuzada; mezclamos bien. Dejamos hervir a fuego suave alrededor de 5 minutos más o cuando veamos que la masa no se queda pegada a las paredes de la sartén. Rectificamos de sal si hiciera falta, y espolvoreamos una pizca de nuez moscada.

Pasamos la masa a una fuente, y la cubrimos con papel film. 

Éste debe quedar en contacto con la masa, ya que así no se formará costra. 

Cuando haya perdido temperatura (en torno a 2 horas), introducimos la masa en la nevera. La dejaremos reposar en ella durante un día entero.

Al día siguiente, sacamos la masa de la fuente; “untamos” el cuchillo con un poco de harina y cortamos tiras a lo largo; evitaremos así que se nos pegue la masa en él. Dividimos las tiras en pequeñas porciones y le vamos dando forma de croqueta. Apretaremos bien para que no se formen grietas cuando las friamos.

Pasamos las croquetas por harina, después por huevo y por último por pan rallado.

Les damos unos golpecitos para que se asiente el pan rallado, y las freímos en una sartén con abundante aceite de oliva caliente, procurando que queden cubiertas con él, para así garantizar una mejor fritura. Las echaremos en varias tandas, de unas 5 en 5, ya que si ponemos muchas al mismo tiempo en la sartén, el aceite se nos podrá enfriar y las croquetas no se nos harán bien.

Las retiramos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y ya le podemos hincar el diente! ;)

Nota:

Si no las vais a gastar todas, las podéis guardar en el frigorífico. Cuando las volváis a calentar, dejadlas en la freidora a 170º en torno a 6 minutos. Pinchad con un tenedor para comprobar que están por dentro.