Ingredientes:
*Para la masa madre:
- 50 gr. harina de fuerza
- 30 ml. leche entera
- 2,5 gr. levadura fresca de panadería
*Para la masa principal:
- 450 gr. harina de fuerza
- 100 ml. leche entera
- 70 gr. mantequilla sin sal
- 3 huevos "L"
- 35 gr. levadura fresca de panadería
- 2 cucharadas agua de azahar
- 120 gr. azúcar
- Ralladura de dos limones y dos naranjas
- Una pizca de sal
Trufa:
- 500 ml. nata para montar
- 200 gr. chocolate de cobertura
- 120 gr. azúcar
- 75 gr. avellanas/nueces granuladas (opcional)
Crema Chantilly (nata):
- 500 ml. nata para montar
- 150 gr. azúcar
- 4 cucharadas queso mascarpone
- 2 cucharadas de Baileys (opcional)
*Para decorar:
- Guindas/ cerezas en almíbar
- Frutas confitadas
- Almendra troceada/ en cubitos
- Azúcar glas
- Azúcar humedecida
- Virutas de colores
Elaboración:
En primer lugar, añadimos en un
bol la harina. En el microondas, calentamos unos segundos la leche hasta ponerla tibia, y le agregamos la levadura. Disolvemos bien y la incorporamos al bol de la harina. Amasamos hasta mezclar adecuadamente los ingredientes y formamos una bolita pequeña. La depositamos en un bol, y tapamos con papel film. Dejaremos reposar toda la noche a temperatura ambiente.
Al día siguiente prepararemos la masa principal. Sacamos la masa madre del bol y la desgasificamos un poco.
Calentamos en el microondas unos segundos la leche hasta que esté tibia, y disolvemos en ella la levadura.
Por otro lado, en un bol echamos la harina haciendo una forma de volcán. Agregamos el azúcar, los huevos, las ralladuras de limón y naranja, el agua de azahar, la levadura diluida con la leche. Trabajamos la masa poco a poco con las manos. Incorporamos la masa madre, amasamos nuevamente; una vez integrada, añadimos la mantequilla en pomada y una pizca de sal. La masa se nos irá quedando pegada en las manos, pero no os preocupéis, es buena señal. Nos debe de quedar una masa elástica, blandita y un poco pegajosa; conseguiremos así, que el roscón nos salga más esponjoso. El punto exacto de la masa, es parecido al de los roscos de azúcar; es decir, que la masa se nos quede pegada en las manos, pero sin llegar a tal extremo. Enharinamos la encimera con un poquito de harina y terminamos de amasar, formando una bola compacta.
Depositamos la bola en un bol y la tapamos con un trapo de cocina o papel film.
La masa deberá reposar durante un par de horas hasta que doble su volumen en éste primer fermentado. En mi caso, la dejé 3 horas y media.
La masa deberá reposar durante un par de horas hasta que doble su volumen en éste primer fermentado. En mi caso, la dejé 3 horas y media.
Transcurrido ese tiempo, la sacamos, la volvemos a amasar para quitarle el aire y le hacemos un agujero para darle la forma de roscón.
Ubicamos la masa en la bandeja
del horno sobre una hoja de papel encerado. Al igual que os apunté en el roscón del año pasado, éste es el instante en el que podemos esconder las figuritas que queramos junto con el haba.
Precalentamos el horno a 50º. Con una brocha de repostería pintamos la "rosca" con huevo batido y la introducimos junto con un vasito de agua, para que se cree un ambiente húmedo y no se seque durante éste segundo levado.
Con ello, conseguiremos que la masa vuelva a doblar nuevamente su tamaño. En una hora lo tendremos listo.
Las envolvemos en papel de aluminio, y las ubicamos en diferentes partes del roscón.
Precalentamos el horno a 50º. Con una brocha de repostería pintamos la "rosca" con huevo batido y la introducimos junto con un vasito de agua, para que se cree un ambiente húmedo y no se seque durante éste segundo levado.
Con ello, conseguiremos que la masa vuelva a doblar nuevamente su tamaño. En una hora lo tendremos listo.
Cuando haya doblado su volumen,
la sacamos y procedemos a decorar.
Mientras tanto, volvemos a precalentar el horno, pero ésta vez a 180º.
Para hacer el azúcar humedecido, en un vasito, echamos unas cucharaditas de azúcar y varias gotas de agua. Con las yemas de los dedos removeremos un poco hasta que formemos unos pequeños pegotitos de azúcar. Reservamos momentáneamente.
Mientras tanto, volvemos a precalentar el horno, pero ésta vez a 180º.
Para hacer el azúcar humedecido, en un vasito, echamos unas cucharaditas de azúcar y varias gotas de agua. Con las yemas de los dedos removeremos un poco hasta que formemos unos pequeños pegotitos de azúcar. Reservamos momentáneamente.
A continuación, volvemos a "pintar" con huevo batido el
roscón, muy suavemente y teniendo sumo cuidado, ya que si apretamos en demasía, se nos podría venir abajo
la masa.
Dejamos caer por encima fruta confitada, e incorporamos también el azúcar hecho pegotitos o almendra en cubitos.
Dejamos caer por encima fruta confitada, e incorporamos también el azúcar hecho pegotitos o almendra en cubitos.
Hornearemos de 15-20 minutos,
vigilando siempre nuestro roscón. Cada horno es un mundo, y algunos terminarán
la cocción antes que otros. Yo os
aconsejo que al pasar los 10 minutos le echéis un ojo. Si veis que aún no ha pasado el tiempo reglamentario y la parte de arriba está dorada, cubridla con papel de aluminio para que no se nos queme, y dejaremos que termine de hacerse por dentro.
Una vez hecho, sacamos del horno
y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
Seguidamente preparamos nuestro
relleno. En ésta ocasión, opté por rellenarlo de trufa y nata. Os
dejo los enlaces dónde podéis ver el proceso de elaboración:
Para acabar, cortamos el roscón por la mitad.
Pasamos la nata y la trufa a dos mangas pasteleras, las distribuimos equitativamente en cada parte, y cubrimos con la parte de arriba del roscón.
Por último, espolvoreamos azúcar glas... y listo!
Pasamos la nata y la trufa a dos mangas pasteleras, las distribuimos equitativamente en cada parte, y cubrimos con la parte de arriba del roscón.
Por último, espolvoreamos azúcar glas... y listo!
Con el Roscón de Reyes, las fiestas navideñas están llegando a su fin. Intentaremos aprovechar lo que queda de ellas, y endulzarnos, por qué no, con éste delicioso roscón. Ya sabéis el dicho:
He aquí el Roscón de Reyes
tradición de un gran banquete,
en el cual hay dos sorpresas
para los que tengan suerte.
En él hay, muy bien ocultas,
un haba y una figura;
el que lo vaya a cortar
hágalo sin travesura.
Quien en la boca se encuentre
una cosa un tanto dura,
a lo peor es el haba,
o a lo mejor la figura.
Si es el haba lo encontrado
este postre pagarás,
mas si ello es la figura
coronado y rey serás.
Hasta la próxima entrada!
Nota:
A la hora de hacer la masa, la sal se la añadiremos en el último momento, ya que si la incorporamos junto con la levadura, destruiría el proceso de fermentación y la masa no levaría. Pensad que la sal y la levadura son como el agua y el aceite, que no casan.
Ésta receta es una variante del roscón de reyes clásico, pero con la diferencia que se separa una parte de la harina para hacer una masa de arranque o masa “madre”. En ésta ocasión, he de decir que el roscón me ha quedado más esponjoso. Los dos están igualmente deliciosos, así que eso no es problema, jeje! Es cuestión de gustos y de probar. Así que ánimo!
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