Me dijo que iban a ser muchos, y que con una tarta no iba a ser suficiente. Para complementarlo, me dió carta libre y me dijo que le sorprendiera, que confiaba en mi imaginación. Mal hecho Carlos, jejejeje!
Tenía ésta tarta en mente para hacerla por casa; y aunque no la disfrutamos, la ocasión me vino que ni pintada. Con bizcocho de coco y una buttercream, les hice ésta cara de Triki.
Con dos galletas y un poco de fondat, hice los ojos, y con otro poquito de fondant negro la boca. Como broche final, le puse una galleta cookie en la boca. Le podía haber puesto una caja entera, que seguro que se las hubiera comido, jejeje!
Se me hace la boca agua... me dan ganas de quitarle la galleta e hincarle el diente...
Es lo que tiene ser repostero, te quedas con las ganas de probar las creaciones que hacer. Todo sea eso.
Nos vemos en la próxima!
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