- 1 hogaza grande pan duro (600 gr.)
- 100 gr. longaniza
- 100 gr. panceta
- 4 chorizos
- 4 morcillas
- 6-7 ajos
- Sal
- 150 ml. aceite de oliva
- 600 ml. agua
- Uvas
- Pimientos verdes, habas (opcional)
Elaboración:
En primer lugar, cortamos el pan
duro en rebanadas (el pan que tenga en torno a 2 días). En este caso, yo he
escogido la típica hogaza redonda de pueblo, pero vale cualquier tipo de pan.
Me salieron en torno a 8-9 rebanadas-si queréis, podéis quitarle la corteza,
aunque no es necesario-. A su vez partimos el pan en cuadraditos de tamaño
mediano.
Los depositamos en un recipiente.
Incorporamos agua a chorritos, y la esparcimos por todo el pan, hasta que se vean bien empapados.
Desmenuzamos los cuadraditos de pan en miguitas con la ayuda de nuestras manos, y dejamos que hidrate alrededor de media hora. Es mejor desmigar el pan en éste momento, ya que si los trozos de pan son muy gordos, tardaremos más tiempo a la hora de cocinarlos. Pasado esa media hora, sacamos las migas de pan del recipiente y lo escurrimos. Reservamos.
Los depositamos en un recipiente.
Incorporamos agua a chorritos, y la esparcimos por todo el pan, hasta que se vean bien empapados.
Desmenuzamos los cuadraditos de pan en miguitas con la ayuda de nuestras manos, y dejamos que hidrate alrededor de media hora. Es mejor desmigar el pan en éste momento, ya que si los trozos de pan son muy gordos, tardaremos más tiempo a la hora de cocinarlos. Pasado esa media hora, sacamos las migas de pan del recipiente y lo escurrimos. Reservamos.
Seguidamente, vamos con las chacinas
;) Cortamos el chorizo, la panceta y la longaniza en trozos pequeños. A la
morcilla le he quitado el envoltorio y la he frito aparte, que servirá de
decoración para el posterior emplatado.
Por otro lado, echamos un chorro
de aceite que cubra la base de una sartén grande en la que haremos las migas, pero primeramente freímos la longaniza, el tocino y el chorizo que teníamos reservados (6-7 de mi vitro). Una vez fritos, los apartamos
y reservamos.
En esa misma sartén, añadimos los
ajos y los dejamos hasta que se doren.
Los quitamos con la espumadera y empezamos a echar el pan que teníamos escurrido. Si no los habéis retirado, no pasa nada; a la hora de comernos las migas, nos encontraremos algún "tropezón" que otro, jeje!
A partir de aquí, el proceso es idéntico al de las migas de sémola; con una rasera de metal, empezamos a "picarlas", sin dejar de moverlas de un lado para otro, hasta que veamos que el pan esté perdiendo el agua. Sazonamos a gusto, y cocinaremos a temperatura media alta (6-7 vitro).
Si vemos que nos están quedando muy secas, le añadimos un chorrito de aceite más. Si por el contrario, están muy líquidas y vemos que no se desmenuza la miga, podemos añadir cucharadas de harina. Como siempre os digo, no os paséis, id añadiendo poco a poco, y sin dejar de remover hasta dar con el punto.
Los quitamos con la espumadera y empezamos a echar el pan que teníamos escurrido. Si no los habéis retirado, no pasa nada; a la hora de comernos las migas, nos encontraremos algún "tropezón" que otro, jeje!
A partir de aquí, el proceso es idéntico al de las migas de sémola; con una rasera de metal, empezamos a "picarlas", sin dejar de moverlas de un lado para otro, hasta que veamos que el pan esté perdiendo el agua. Sazonamos a gusto, y cocinaremos a temperatura media alta (6-7 vitro).
Si vemos que nos están quedando muy secas, le añadimos un chorrito de aceite más. Si por el contrario, están muy líquidas y vemos que no se desmenuza la miga, podemos añadir cucharadas de harina. Como siempre os digo, no os paséis, id añadiendo poco a poco, y sin dejar de remover hasta dar con el punto.
El pan debe quedar como una
tostada, que al morder se nos quede como una miga de pan nunca mejor dicho :p y
las migas sueltas, que queden lo más pequeñas posibles, no compactas ni en
pegotes. Las cocinamos sin parar de remover hasta lograr ese color
tostado. En una media hora, las tendremos listas.
Por último, bajamos el fuego y volvemos a incorporar
las chacinas que habíamos frito con anterioridad, para que se calienten junto a las migas y proporcionarle
así, el sabor de la carne frita.
Consejo:
Para potenciar el sabor del aceite, además
de los ajos, se puede sofreír con habas o pimientos verdes; el aceite adquirirá
otro punto más sabroso a nuestro paladar.
Las cantidades de chorizo, longaniza, etc... os las dejo a vuestra elección. Con esas proporciones, es mas que suficiente; por un día de "grasa" que le demos al cuerpo, no va a pasar nada, jejeje!
Si la corteza de pan es muy dura, o está muy tostada, es conveniente retirarla.
Si la corteza de pan es muy dura, o está muy tostada, es conveniente retirarla.
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