*Para la masa:
- 480-500 gr. harina de repostería
- 1 cucharada levadura Royal (10 gr.)
- 150 ml. aceite de oliva
- 1 rama de canela
- Corteza de limón y naranja
- 150 ml. vino moscatel
- 50 gr. azúcar
- 1 cucharada matalahúva/ anís en grano
- 1 cucharada ajonjolí/ semillas de sésamo
- 1 cucharadita sal
- Ralladura de naranja y limón
- Zumo de una naranja
- Un chorrito anís
- 1 cucharadita canela en polvo
*Para “emborrizarlos”:
Opción 1:
- 200 ml. miel
- 2-3 cucharadas de agua
Opción 2:
- Canela en polvo
- Azúcar
Elaboración:
En una sartén, pondremos a freír el
aceite con las cortezas de limón, de naranja y la rama de canela.
Una vez que estén doradas por los dos lados,
las retiraremos e incorporaremos la matalahúva y el ajonjolí.
Dejaremos un par de minutos al fuego y apartaremos.
En el microondas, calentaremos unos segundos tanto el zumo de naranja como el vino moscatel en vasos separados, hasta que los líquidos queden tibios.
En una zafa grande, echaremos 2/3 de la harina, la levadura, la canela en polvo y la sal. Mezclaremos con unas varillas metálicas y haremos un volcán en el medio.
Vertemos el aceite caliente con la matalahúva y el ajonjolí, junto con el zumo de naranja, el azúcar, y las ralladuras de
naranja y limón. Con la ayuda de una espátula de madera, mezclaremos poco a poco. Una vez que se haya integrado, añadiremos el vino y la harina restante, y volveremos a mezclar ligeramente con la espátula de madera. En el momento en que veamos que la masa se va despegando de las paredes de la zafa, pasaremos a amasar a mano. Trabajaremos la masa hasta obtener una textura blanda, suave, lisa pero compacta.
El punto exacto es aquel, cuando al coger una bolita pequeña de masa, la aplastamos sobre la palma de nuestra mano y al retirarla no se nos queda pegada. Con éstas medidas, resultará fácil trabajar la masa dentro de la zafa; si hicierais el doble, sí os recomendaría pasar la masa a la encimera y amasar manualmente. Si viéramos que la masa está demasiado blanda, añadiríamos poco a poco harina hasta que la masa la admita, pero sin pasarnos, ya que se nos podría quedar dura.
Formamos
una bola, la depositamos en la zafa engrasada con un poquito de aceite de oliva y cubrimos con un trapo
de cocina.
Dejaremos reposar en torno a 40 minutos.
En el microondas, calentaremos unos segundos tanto el zumo de naranja como el vino moscatel en vasos separados, hasta que los líquidos queden tibios.
Pasado ese tiempo, sacamos la masa y la depositamos de nuevo sobre la encimera con un poco de
harina espolvoreada. Con la ayuda de un rodillo, la vamos estirando hasta que
quede fina (grosor de medio centímetro aproximadamente).
Cortamos cuadraditos en torno a 6 cm. y los estiramos con el rodillo hasta que nos queden mas finitos. Formamos los pestiños superponiendo los dos picos opuestos de cada extremo; metemos el dedo por el hueco que nos queda, y vamos aplastando la unión para evitar que se nos abran cuando los friamos.
Cortamos cuadraditos en torno a 6 cm. y los estiramos con el rodillo hasta que nos queden mas finitos. Formamos los pestiños superponiendo los dos picos opuestos de cada extremo; metemos el dedo por el hueco que nos queda, y vamos aplastando la unión para evitar que se nos abran cuando los friamos.
Os dejo dos modelos de pestiños con la unión por distintos sitios; la tradicional de la izquierda, y otra más "atrevida" a la derecha, jejejeje!
En una sartén honda con abundante aceite de oliva, los vamos friendo en pequeñas cantidades a fuego alto. Le damos vuelta y vuelta y tan pronto como vayan adquiriendo un color dorado, los vamos retirando y los depositamos sobre papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de aceite. A la hora de freírlos, es conveniente ponerlos con la unión bocabajo, así nos "suflarán" mejor.
En una sartén honda con abundante aceite de oliva, los vamos friendo en pequeñas cantidades a fuego alto. Le damos vuelta y vuelta y tan pronto como vayan adquiriendo un color dorado, los vamos retirando y los depositamos sobre papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de aceite. A la hora de freírlos, es conveniente ponerlos con la unión bocabajo, así nos "suflarán" mejor.
Pasamos al emborrizado.
Opción 1:
En un cazo, calentar la miel con
el agua. Diluimos bien. Una vez caliente, apartamos y vamos mojando los
pestiños. No los amontonéis, ya que se os quedarán pegados. Los dejaremos secar
sobre una rejilla de horno hasta que se haya impregnado bien la miel y no
gotee.
Opción 2:
Al igual que en la receta de roscos con azúcar, procederemos en ésta primera opción con el rebozado clásico. En un plato, mezclamos abundante azúcar con canela en polvo. Cogemos los pestiños aún calientes y escurridos, y los vamos “rebozando”.
Espero que os hayan gustado.
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