Ingredientes:
- 550 gr. harina de fuerza
- 3 huevos "L"
- 100 gr. mantequilla sin sal
- 150 gr. azúcar
- 40 gr. levadura fresca de panadería
- Media cucharadita de sal
- 150 ml. leche entera
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 2 cucharadas agua de azahar
- Ralladura de una naranja y un limón
Crema chantilly (nata):
- 500 ml. nata para montar
- 150 gr. azúcar
- 4 cucharadas queso mascarpone
- 2 cucharadas de Baileys (opcional)
Crema pastelera:
- 250 ml. nata para montar
- 250 ml. leche entera
- 6 yemas de huevo
- 100 gr. azúcar
- 40 gr. Maizena
- Corteza de naranja y limón
- 1 rama de canela
- 1 vaina de vainilla
* Para decorar:
- Frutas confitadas
- Almendras laminadas
- Azúcar humedecido
- Fideos de colores
- Frutas confitadas
- Almendras laminadas
- Azúcar humedecido
- Fideos de colores
Elaboración:
En primer lugar, calentamos la leche unos segundos en el microondas, y disolvemos la
levadura. La leche debe estar tibia, no caliente, ya que en tal caso,
la levadura perdería todos sus componentes y la masa no fermentaría correctamente.
En un bol, incorporamos la harina
haciendo una forma de volcán. En medio, añadimos el azúcar, los dos huevos, la
ralladura de limón y naranja, la cucharadita de esencia de vainilla, las dos
cucharadas de agua de azahar y la leche diluida con la levadura. Trabajamos la masa poco a poco con las manos; agregamos la mantequilla en pomada y la cucharadita de sal. La masa se nos irá quedando pegada a las manos, pero no
os preocupéis; cuando todos los ingredientes se homogeneicen, ésta no estará tan pringosa como al principio. Enharinamos la encimera de la cocina y echamos la masa sobre ella. Continuaremos amasando hasta obtener una textura elástica (tipo chicle) y un poco pegajosa, pero que al estirarla no se nos rompa. Con la práctica,
llegaréis a dar con ella.
Terminaremos de amasar dándole a la masa forma de bola. Enharinamos un recipiente y depositamos la masa. Tapamos con papel film,
y dejamos reposar hasta que doble su volumen; en mi caso, me llevó 2 horas y media éste primer fermentado.
Pasado ese tiempo, sacamos la masa, y
la volvemos a amasar para quitarle el aire. Nos enharinamos las manos, y le
hacemos un agujero para darle la forma de rosco.
Ubicamos el "rosco" en una bandeja
de horno sobre papel encerado y escondemos las
figuritas sorpresa que queramos. Eso sí, sin olvidarnos del haba.
Precalentamos el horno a 50º. Ayudándonos de una brocha de goma de repostería, pintamos el "rosco" con huevo batido y lo metemos junto con un vasito de agua en medio del agujero. En el horno se nos creará un ambiente húmedo, así la masa no se secará durante su fermentación y doblará nuevamente su tamaño. Con una hora, tendremos más que suficiente en éste segundo levado.
Precalentamos el horno a 50º. Ayudándonos de una brocha de goma de repostería, pintamos el "rosco" con huevo batido y lo metemos junto con un vasito de agua en medio del agujero. En el horno se nos creará un ambiente húmedo, así la masa no se secará durante su fermentación y doblará nuevamente su tamaño. Con una hora, tendremos más que suficiente en éste segundo levado.
Cuando haya doblado su volumen,
la sacamos y procedemos a decorar. Mientras tanto, precalentamos el horno a 180
º.
Para el azúcar humedecido, en un vasito de agua, ponemos unas cucharadas de azúcar y varias gotas de agua; formaremos pequeños pegotitos con los que cubriremos el roscón.
Para el azúcar humedecido, en un vasito de agua, ponemos unas cucharadas de azúcar y varias gotas de agua; formaremos pequeños pegotitos con los que cubriremos el roscón.
Pintamos nuevamente con huevo batido el
roscón, muy suavemente y teniendo mucho cuidado, porque si apretamos mucho se nos podría venir abajo
la masa. Dejamos caer por encima fruta confitada, almendra laminada/ crocanti y el azúcar echo pegotitos.
Introducimos en el horno y dejaremos de 15-20 minutos,
vigilando siempre nuestro roscón. Cada horno es un mundo, y algunos terminarán
la cocción antes que otros. Yo os aconsejo
que al pasar los 10 minutos le echéis un ojo. Si está dorada la parte de
arriba, tapadla con papel de aluminio para que no se queme, y dejar
el tiempo restante hasta que termine de hacerse por dentro.
Seguidamente preparamos nuestro
relleno. Mi alternativa, crema pastelera y nata. Os dejo los enlaces para que
podáis ver su proceso de elaboración.
Cortamos el roscón por la mitad; incorporamos las dos mezclas distribuidas equitativamente, y cubrimos con la otra parte del roscón.
Espolvoreamos azúcar glas y añadimos fideos de colores.
Como veis, hacer un roscón no es
tarea sencilla. Debemos armarnos de paciencia y echarle ganas. Pero lo que sí
os digo, que el resultado merece la pena. Así que os animo a que lo intentéis
;) Y si tenéis alguna duda, no dudéis en preguntarme.
El roscón de reyes hace ver que las fiestas navideñas han llegado a su fín, y un nuevo año empieza.
Ya sabéis el dicho: “Si el haba habéis encontrado, os tocará pagar el roscón; más si es la figura lo que habéis hayado, seréis coronado”.
Espero que no os haya tocado pagarlo ;) Hasta el año que viene!
Ya sabéis el dicho: “Si el haba habéis encontrado, os tocará pagar el roscón; más si es la figura lo que habéis hayado, seréis coronado”.
Espero que no os haya tocado pagarlo ;) Hasta el año que viene!
Nota:
Mi masa admitió un poquito más de harina, por lo que al final añadí 50 gr. más. No os paséis con la cantidad de harina, ya que la masa se os quedará dura.
0 comentarios:
Publicar un comentario